Guadalajara, Jal.- Tiene quince años de edad y por estos días su mente ha estado ocupada en dos grandes temas, su presentación como novillero rejoneador en El Nuevo Progreso de Guadalajara, y los dos exámenes que perderá en su secundaria, antes de volver a su natal Mérida.
Es hijo del también rejoneador Cuauhtémoc Ayala, de quien tomó la afición por el toreo a caballo, “a los diez años debuté en un festival y a los once enfrenté a mi primer novillo”, comparte Rafael, quien quizá este domingo se convierta en el rejoneador más joven en actuar en el coso tapatío, en toda su historia.
A su corta edad, Ayala ya puede afirmar que como rejoneador, ha alternado, en festejos mixtos, con las grandes figuras; Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Andy Cartagena.
Rafael no considera que ha sacrificado su niñez por incursionar a tan temprana edad en el mundo del toro, “no veo ningún sacrificio, hago lo que me gusta y cuando uno disfruta lo que hace, no existe el sacrificio”.
El chaval torero a caballo, trajo a Guadalajara su cuadra completa de caballos, nueve en total, con la firme intención de escribir una página interesante en El Nuevo Progreso y en su ascendente carrera.
Ayala no piensa abandonar los estudios, por ahora, para meterse de lleno al rejoneo; “hay que estar siempre preparados, la fiesta brava no pasa por un buen momento y no se sabe que pasará, estoy terminando la secundaria y seguiré también por ese camino”.
Como joven que es disfruta de comer pizzas, no es aficionado a los video juegos, admira a Diego San Román a Morante de la Puebla y a Diego Ventura, es ferviente creyente, su ídolo en los ruedos es su padre y sobre el amor….por el momento prefiere convivir con sus caballos que tener novia.
Sobre los exámenes que no podrá presentar por su actuación del domingo, ya gestiona en su secundaria los apoyos necesarios para realizarlos en otra oportunidad, y no pasar sustos en ese otro terreno igual de exigente.