Les caracteriza su rapidez y, especialmente, su nobleza. Así quedó demostrado en el angustioso montón que se sufrió en los encierros de 2013. Un trágico capítulo en el que ninguno de los toros de Fuente Ymbro embistió contra la muralla humana que les impedía acceder a la plaza de toros.
Ellos serán los protagonistas del cuarto encierro de este 2017. Los astados de este hierro gaditano acumulan una docena de participaciones en las fiestas de la capital navarra, desde su estreno en 1980. La última, en 2016, fue una carrera veloz, de 2 minutos y 25 segundos.
Por la tarde los lidiarán Juan José Padilla, El Fandi y Manuel Escribano.
GANADERÍA - FABULOSO GALLARDO
Ricardo Gallardo se ha hecho en muy pocos años con un nombre de verdadero prestigio en el mundo ganadero a través de una divisa tan personal como es Fuente Ymbro, toros de autor que han salido de la factoría genética de Jandilla y que más allá de convertirse en una sucursal de su bravura, ha sido capaz de forjar una ganadería nueva que lidera el mercado, tanto de novilladas como de corridas de toros, lidiando en todas las plazas de prestigio en España y Francia.
COMPORTAMIENTO EN EL ENCIERRO - NOBLEZA Y VELOCIDAD
La divisa de Ricardo Gallardo alcanza su decimotercer encierro desde 2005 con una corrida rápida y limpia, una tónica que han mantenido a lo largo de los años excepto en 2013, cuando se produjo el dramático montón en la puerta de acceso al ruedo que provocó más de veinte personas heridas y más de una viva de auténtico milagro.
El encierro del año pasado resultó veloz y sin incidentes. Salió la manada muy agrupada, que corrió muy bien por la cuesta de Santo Domingo. Al comienzo de la plaza del Ayuntamiento comenzó a estirarse y el grupo de toros se dividió en dos. Un pequeño montón antes de la plaza propició algún susto que no revistió mayores consecuencias, al final se reagruparon todos los astados, excepto uno que se quedó un poco más atrás, y entraron con mucha nobleza en el ruedo. Su carrera más rápida fue en 2009, 2 minutos y 22 segundos; la más lenta se vivió al año siguiente, con 6 minutos y 23 segundos.
